Evolución del recorrido del Toro Enmaromado y su descanso en las argollas

La salida del toro de los corrales o posteriormente del toril o mueco es uno de los momentos cruciales del desarrollo del festejo del toro enmaromado. Iniciándose subsiguientemente a esta salida una espectacular carrera por las calles y plaza de benavente, en un recorrido prefijado o tradicional que ha tenido muy pocas variaciones a lo largo de su historia. La fecha y la hora de la celebración es otro de los componentes fundamentales que conforman el festejo. Su fijación no es cosa baladí, sino que muy al contrario tiene su justificación y sentido pleno dentro de la tradición local. Igualmente, el recorrido marcado para el toro, con sus paradas y descansos en determinados lugares o espacios de la población mediante el establecimiento de argollas, que responden a unas necesidades bien pautadas y avaladas por la experiencia de los corredores, pero sin embargo, adaptadas a los tiempos y a la evolución del festejo.

Salida del toro de el toril viejo
Salida del toro de el toril viejo

La Fecha y la Hora

La carrera del toro por las calles de la población y posterior sacrificio, tiene lugar coincidiendo con una de las mayores festividades de la cristiandad, el Corpus Christi. Es bien sabido, que es muy frecuente que las fiestas del calendario cristiano la Iglesia Católica, sabiamente las hizo coincidir con algunas de carácter pagano. Aunque las fiestas del Corpus en su conjunto tenían un marcado carácter religioso y solemne, frente a otras festividades del calendario cristiano en las que se alternaban aspectos más lúdicos y profanos con otros religiosos. Ello en lo que podríamos denominar prolegómenos de la fiesta, que es donde se concentraban los espectáculos o festejos aparentemente más profanos. De esta forma es la víspera del Corpus en la que indefectiblemente tenía lugar la carrera del “toro enmaromado”, acompañada de diversos juegos y diversiones como luminarias, fuegos de artificio, hogueras, etc., todo ello presumiblemente con la intención de apartar estos elementos que habían comenzado a distinguirse como lúdicos y profanos, de la solemnidad y ortodoxia que entraña el Corpus (misa solemne, procesión, auto sacramental, etc.).

Tradicionalmente esta solemnidad religiosa se celebra anualmente el jueves siguiente a la dominica de la Santísima Trinidad. Constituía una manifestación colectiva de exaltación de la Eucaristía. La fiesta iba precedida de un novenario y en la víspera del Corpus, como prólogo o preludio de las fiestas, se realizaban hogueras, luminarias y fuegos de artificio. Desde la segunda mitad del siglo XVII se tiene constancia de la inclusión entre los actos o espectáculos de la fiesta a celebrar la víspera del Corpus de un toro enmaromado para ser corrido.

En la actualidad y pese a los cambios impuestos en el calendario oficial mediante el traslado de la festividad del Corpus Christi al domingo de dicha semana en Benavente se continúa con la tradición de celebrar la carrera del toro enmaromado el miércoles de la mencionada semana como se ha hecho secularmente.

En cuanto a la hora de celebración de la carrera esta tiene lugar a la media tarde, cuando el sol permanece alto aún y han transcurrido ya las horas de plenitud y por tanto de canícula. Hasta hace unas décadas la víspera del Corpus en parte laborable, al menos durante la mañana. Las primeras horas de la tarde se reservaban para el descanso y preparativos, teniendo lugar a media tarde la carrera del astado. Posteriormente a partir de la década de 1970 el miércoles de la semana de Corpus pasó a ser enteramente jornada festiva en la localidad. En la década de 1980 también comenzaron a prolongarse o ampliarse las jornadas y acto festivos a otros días de la semana, en lo que fue dado en llamar “La Semana Grande del Toro Enmaromado”.

El toro enmaromado saliendo del toril viejo
El toro enmaromado saliendo del toril viejo

El Recorrido y los descansos

Existe constancia documental de que antiguamente se daban propinas a los mozos y sobresalientes que controlaban la maroma y conducían al toro. La carrera era controlada por estos comisionados municipales y seguida de cerca por corredores iniciados. Se efectuaban una serie de paradas o descansos en lugares estratégicos del recorrido, siempre en lugares más o menos amplios como plazas y corrillos, en los que el toro ganaba maroma y podía ampliar sus movimientos, para ello se procedía momentáneamente a la sujeción de la maroma a una argolla que permanecía para siempre en el lugar como parada tradicional.

 

Las argollas la primera en la Plaza de la Madera, la segunda en la Plaza de San Martín, la tercera en la Plaza de los Leones o de Telesforo Benito (conocida popularmente como “plaza de las patatas”), la cuarta en el Corrillo de Renueva, la quinta en la Plaza del Grano. También se situó una argolla, con motivo de un cambio circunstancial u ocasional en el recorrido y durante escaso número de años, a comienzos de la década de 1970 en la calle de las Eras en su confluencia con la calle Camino Eras de San Antón o conocido también camino de Manganeses.

 

El recorrido tradicional tenía lugar por las calles y plazas del viejo Benavente, rúas y plazas empedradas en algunos casos y en otros sin pavimento alguno, lo cual facilitaba sin duda la carrera del astado. No era inhabitual o extraño dar varias vueltas a la entonces Villa y ampliar el recorrido, casi siempre por un itinerario también tradicional. Ello era posible gracias a la resistencia del toro, incluso era habitual dar la posibilidad de que el toro se refrescase, acercándole hasta alguno de los canales de las inmediaciones.   

El toro enmaromado saliendo del toril nuevo, años 70
El toro enmaromado saliendo del toril nuevo, años 70

En la actualidad y desde hace varias décadas el recorrido es el tradicional, que discurre fijo e inalterable por varias calles céntricas para proseguir en dirección al Matadero Municipal, en cuyo recinto el toro es apuntillado por el matarife. El descanso se efectúa en varios lugares estratégicamente situados en el recorrido, mediante la sujeción en una argolla. El número de argollas es de tres y cada uno de los descansos puede durar de tres a cinco minutos.

Picture of Juan Carlos de La Mata Guerra

Juan Carlos de La Mata Guerra

Archivo Municipal de Benavente. En su trabajo de investigación y publicación, divulga la información contenida en este post.

¿Te ha gustado? ¡Haz click y compártelo!