Dentro de los componentes que conforman el festejo o carrera del Toro Enmaromado de Benavente un elemento tradicional y característico es el empleo o utilización de argollas fijas para llevar a cabo determinados descansos durante el recorrido. Ello en su configuración particular y tradicional con respecto a otros festejos similares o incluidos dentro de esta suerte taurina de los toros de cuerda, ensogados o enmaromados, Por ello establecemos a continuación una serie de consideraciones relativas a este aspecto o componente del festejo en Benavente, tanto en orden a su regulación como a su historia y configuración actual.
Si bien el Decreto 14/1999, de 8 de febrero, por el que se establece el Reglamento de Espectáculos Taurinos Tradicionales en su artículo 19, referido únicamente a los denominados Festejos Populares establece la prohibición de sujetar a las reses en dicho festejo: “Queda prohibido herir, pinchar, golpear, sujetar o tratar de cualquier modo cruel a las reses”. Se entiende por tanto claramente que tal precepto se refiere a cualquier acción no regulada y espontánea que implique maltrato al animal, ya que se refiere explícitamente este punto a tales acciones punitivas o que impliquen trato cruel a las reses. Así pues, se entiende que este término se expresa o manifiesta en el contexto de protección de las reses de lidia, pero no como tal en su conjunto al festejo o suerte taurina de los toros enmaromados o de cuerda, toda vez que la propia suerte taurina implica necesariamente la sujeción de las astas de la res con una cuerda o soga. Por tanto, ello no implica o se refiere, así se entiende, al hecho de que la res o astado no pueda ser ensogada o enmaromada, ni tampoco sujeta a una argolla para su descanso, ya que se trata de una suerte taurina o festejo taurino está contemplada como un Festejo Taurino por tanto regulada y legalizada como tal.
En dicho Reglamento de Espectáculos, en el Capítulo II del mismo, apartado titulado de “De los espectáculos taurinos tradicionales”, exactamente se señala que: “Los espectáculos taurinos tradicionales son aquellos festejos populares con reses de lidia cuya celebración arraigada socialmente se venga realizando en la localidad de forma continuada desde tiempos inmemoriales, desarrollándose de acuerdo con la costumbre del lugar.” Lo cual implica también la realización de descansos de la res durante el recorrido, y conlleva la fijación de estos descansos y la utilización de las tradicionales argollas.
Existe constancia documental de que antiguamente se daban propinas a los mozos y sobresalientes que controlaban la maroma y conducían al toro. La carrera era controlada por estos comisionados municipales y seguida de cerca por corredores iniciados. Se efectuaban una serie de paradas o descansos en lugares estratégicos del recorrido, siempre en lugares más o menos amplios como plazas y corrillos, en los que el toro ganaba maroma y podía ampliar sus movimientos, para ello se procedía momentáneamente a la sujeción de la maroma a una argolla que permanecía para siempre en el lugar como parada tradicional. El recorrido tradicional tenía lugar por las calles y plazas del viejo Benavente, rúas y plazas empedradas en algunos casos y en otros sin pavimento alguno, lo cual facilitaba sin duda la carrera del astado.
No era extraño dar varias vueltas a la por entonces Villa y ampliar el recorrido sobre la marcha, gracias a la resistencia del toro, incluso era habitual dar la posibilidad de que el toro se refrescase, acercándole hasta alguno de los canales de las inmediaciones.
A diferencia de la mayor parte de lugares donde tienen lugar estos festejos de toros ensogados, de cuerda o enmaromados está previsto que el toro ha de descansar en una serie puntos del recorrido, y hacer por tanto para en los mismos. En estas plazas o lugares tradicionales del recorrido es donde se hallan instaladas sendas argollas para introducir la maroma y sujetar a la res. Concretamente se hallan fijadas al suelo o pavimento. Antiguamente las argollas se instalaban en distintas plazas situadas en el recorrido: Las argollas eran más numerosas que en la actualidad, debido a que el pavimento era de tierra en buena parte del recorrido o bien de morrillo y los toros gracias a lo cual el recorrido era más amplio. Desde la calle de los carros se conducía al toro hacia el Canal de Sorribas y en las proximidades del Puente de Hierro el animal tenía la oportunidad de refrescarse y descansar en las aguas del mismo. La última argolla del recorrido tenía una función distinta a las demás. No estaba por tanto fijada al suelo como las demás. Situada en una pilastra de los soportales de la Plaza de Santa María se función era la de servir como amarre de la maroma para el sacrificio del toro.
Argollas en el pasado:
A comienzos de la década de 1970 durante algunos años se varió parte del recorrido tradicional. En un principio ello fue debido a distintas obras públicas realizadas en algunas calles del recorrido. Concretamente a casusa de las obras en la zona del Toril y Matadero Viejo el recorrido se desvió por la entonces calle de las Eras de San Antón donde se instaló una argolla que se mantuvo durante un tiempo.
En la actualidad y desde hace varias décadas el recorrido es el tradicional, que discurre fijo e inalterable por varias calles céntricas para proseguir en dirección al Matadero Municipal, en cuyo recinto el toro es apuntillado por el matarife. El descanso está previsto y se fija se efectúe lugares estratégicamente situados en el recorrido, mediante la sujeción en una argolla. El número de lugares previstos para tal descanso u argollas es de tres, siendo que cada uno de los descansos suele durar entre tres a cinco minutos.
Argolla en la actualidad:
Si bien las normas que rigen el festejo y recomendaciones a los que corredores no abundan en la regulación de este aspecto o componente si que lo contemplan al menos en lo básico o más elemental
En relación con los descansos que realiza el Toro Enmaromado de Benavente durante su recorrido en las Bases Reguladoras del Desarrollo del Festejo “Toro Enmaromado y su variante de los Toritos del Alba”, y concretamente en el apartado titulado o referente a la maroma, señala lo siguiente: “En las plazas, el toro y toritos descansarán y se les refrescará. Los participantes de la carrera guardarán una oportuna distancia del toro y toritos el tiempo que permanezcan parados en la plaza.”
En las “Recomendaciones” que se realizan y publican cada año por el Ayuntamiento de Benavente y se difunden a través tanto en el programa de fiestas como en pasquines fijados por las calles y plazas de la ciudad se indica al respecto que: “En las plazas el toro descansará y se respetará por parte de los corredores la marca señalada o pintada en el suelo.”
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